En este artículo, descubrirás los errores más frecuentes que afectan a cada tipo de rizo y las mejores prácticas para mantener tu cabello en su mejor estado.
🔎 Pero antes de empezar… ¿Sabes qué tipo de rizo tienes? Si aún no estás seguro, te recomendamos leer nuestra guía completa sobre los tipos de rizos para identificar el tuyo. Esto te ayudará a aplicar los cuidados adecuados y evitar errores que puedan afectar la salud de tu cabello.
Ahora sí, ¡vamos a descubrir cómo cuidar tu cabello según su tipo de rizo y qué errores debes evitar!
✅ TIPO 1: Cuidados y peinado del cabello liso
La ventaja del pelo tipo 1 es que requiere poco para verse ordenado, pero eso no significa descuidarlo. Es recomendable:
Lavarlo con frecuencia (a diario o cada 2 días) para evitar acumulación de grasa en el cuero cabelludo.
Usar shampú ligeros, preferiblemente sin sulfatos fuertes ni aceites pesados, para limpiar sin aportar peso (un champú micelar o un shampoo transparente purificante).
Aplica el acondicionador solo de medios a puntas con fórmulas livianas o en spray, para no engrasar la raíz.
Evita cremas muy densas o aceites en la coronilla porque aplastarán tu melena. Si quieres ondas, puedes usar herramientas térmicas (rizador, plancha) siempre con protector de calor.
Si tu pelo es 1C grueso, no temas hidratar las puntas con mascarillas ocasionales, ya que este subtipo puede tener puntas secas o con frizz. Un truco útil es enjuagar con agua fría al final de la ducha para añadir brillo.
En el peinado diario, el cabello liso se beneficia de productos voluminizadores: espumas ligeras o sprays en la raíz para dar cuerpo al pelo ondulado. Aunque recuerda que en un pelo 1A los rizos creados pueden deshacerse rápido. Prueba con trenzas, moños y peinados recogidos: el cabello liso es ideal para estilos como trenzas de cascada o coletas altas, donde su suavidad luce prolija.
❌ TIPO 1: Errores comunes con el cabello liso y cómo evitarlos
Usar productos demasiado pesados: Un error típico es aplicar mascarillas, aceites o cremas en todo el cabello como si fuera rizado. El resultado en pelo liso es un aspecto graso y sin volumen. Evítalo usando productos ligeros y en poca cantidad; recuerda que “menos es más” para no terminar con el pelo aplastado.
No usar protector térmico al rizarlo: Muchas personas con pelo lacio abusan de la plancha rizadora o tenacillas para lograr rulos perfectos, pero olvidan el protector de calor. Esto provoca sequedad e incluso quiebre. Siempre que apliques calor protege tu melena con un spray térmico.
Cepillar en exceso o con cepillo incorrecto: Pasar el cepillo muchas veces al día puede estimular más sebo en la raíz y generar electricidad estática. Usa un cepillo de cerdas naturales suave, y cepilla lo necesario para acomodar. Un peine de dientes anchos es suficiente para desenredar tras la ducha.
Descuidar la hidratación de puntas: Aunque la raíz sea grasa, a veces se comete el error de no hidratar nada por miedo a engrasar. Las puntas del pelo liso también pueden secarse o abrirse. Aplica acondicionador en puntas siempre, y utiliza un recorte periódico para eliminar puntas partidas.
Esperar que un rizo dure sin fijador: Si te haces rizos con la plancha y no usas ningún producto de fijación, es común que en minutos tu pelo vuelva a lacio. Aplica un poco de mousse antes de rizar, y al soltar los bucles usa laca de fijación flexible. Así tus rizos temporales durarán más y lucirán naturales.
✅ TIPO 2: Cuidados y técnicas de peinado para cabello ondulado
Para mantener unas ondas definidas y con movimiento, el lema es hidratación ligera + fijación flexible.
Lavarlo con un champú suave, sin sulfatos fuertes, ayuda a no resecar ni inflar las hebras
El acondicionador debe ser nutritivo pero no ultra denso; uno ligero con ingredientes hidratantes (glicerina, pantenol) está bien.
Una técnica útil es desenredar siempre en la ducha con el acondicionador puesto, usando un peine de dientes anchos o solo los dedos, y nunca cepillar en seco.
Después del lavado, aplica productos de peinado cuando el cabello aún esté húmedo – ¡este es el secreto del pelo ondulado!. Para 2A/2B, normalmente basta con una espuma suave o una crema-gel. Apretar las ondas hacia arriba con las manos ayudará a incentivar la forma del rizo sin calor. En 2B/2C, un spray texturizador con sal marina puede realzar la onda desenfadada.
El difusor del secador es un gran aliado: seca tu melena con difusor en modo suave, apretando las ondas en la copa del difusor, para obtener rizos sueltos más marcados y con volumen. Si prefieres rizos sin calor, dormir con el cabello húmedo en un rodete suelto o con trenzas flojas puede dar unas ondas bonitas al día siguiente.
❌ TIPO 2: Errores comunes al cuidar el cabello ondulado y cómo evitarlos
Aplicar productos inadecuados: Un error frecuente es tratar el cabello ondulado como si fuera super rizado, saturándolo de cremas, aceites y geles en capas excesivas. Esto puede alisar tus ondas 2A/2B porque el peso extra las aplasta, o dejar el pelo pegajoso y sin vida. La clave es usar fórmulas ligeras y no excederse en cantidad. Si notas tus ondas caídas, probablemente estás usando demasiado producto, reduce la dosis o cambia a una presentación más liviana como la espuma en lugar de crema pesada.
Cepillar o tocar mucho el pelo seco: El ondulado debe manipularse lo mínimo posible cuando está seco. Si lo cepillas como pelo liso, las ondas se desarman y aparece el encrespamiento. Peina y desenreda solo en mojado con acondicionador puesto. Una vez seco, evita pasarte los dedos constantemente por el cabello, ya que romperás el patrón formado y añadirás encrespamiento. Si necesitas acomodar, humedece primero o utiliza tus manos con un sérum para no generar fricción.
No usar productos de fijación o anti-frizz: A veces por mantener la ligereza, quienes tienen rizos 2B/2C evitan cualquier fijador. Pero un error común es no proteger las ondas contra la humedad. Sin nada de fijación, tus ondas perfectas por la mañana pueden convertirse en mechas esponjosas al mediodía. Aplica aunque sea un spray fijador suave o un poco de gel ligero para “sellar” la forma.
Secar con toalla tradicional frotando: Este hábito daña cualquier cabello rizado u ondulado. Frotar con una toalla normal levanta la cutícula y provoca mucho encrespamiento en ondas delicadas. En su lugar, seca con una toalla de microfibra o una camiseta de algodón, presionando suavemente para quitar el exceso de agua. Esto ayudará a que las ondas se formen sin encresparse.
Uso excesivo de calor para definir: Aunque es tentador usar la rizadora o plancha para lograr ondas más marcadas, abusar del calor en pelo ondulado puede eliminar su patrón natural con el tiempo (además de causar sequedad). Un error es alisar o rizar con calor todos los días. Intenta alternativas sin calor la mayoría del tiempo: trenzas nocturnas, rulos flexibles, rodetes, etc. Reserva las tenazas para ocasiones especiales, y siempre con protector térmico. Así tus ondas naturales permanecerán saludables y con su forma característica intacta.
✅ TIPO 3: Cuidados y técnicas de peinado para cabello rizado
La palabra clave es hidratación. Un cabello 3A, 3B o 3C necesita un régimen de cuidado que aporte humedad, reduzca frizz y defina el patrón. Aquí es recomendable seguir muchas de las pautas del famoso método curly, que básicamente propone usar productos libres de sulfatos fuertes y siliconas, lavados espaciados, acondicionar mucho y peinar con técnicas suaves.
En la ducha, sustituye los shampoos agresivos por limpiadores suaves: pueden ser champús sin sulfato (low-poo) o incluso co-wash (acondicionadores limpiadores) si tu cuero cabelludo lo tolera. Lava tu cabello rizado idealmente 1-2 veces por semana para no eliminar sus aceites naturales en exceso.
Tras lavar, aplica siempre acondicionador o mascarilla ligera para desenredar (cabello rizado nunca se desenreda en seco, recuerda). Desenreda con los dedos o peine de dientes anchos, con paciencia desde las puntas hacia arriba.
Con el cabello aun húmedo y saturado de acondicionador, aprovecha para pasar los dedos entre los rizos como rastrillo y luego amasar de puntas a raíz para incentivar la forma del rizo desde la ducha. Aclara con agua tibia o fresca, dejando si quieres un poquitín de acondicionador en puntas para extra hidratación.
Al salir, no uses la toalla tradicional; envuelve tu melena en una camiseta de algodón o toalla de microfibra para quitar el exceso de agua sin frotar. Después con el pelo muy mojado, incluso empapado (puedes hacerlo en la ducha mismo) aplicas tus productos definidores.
Para mantener los rizos por la noche, duerme con una cola alta floja encima de la cabeza o en un gorro de satén, o usa funda de almohada de seda/satén. Esto previene que los rizos se aplasten o enreden mientras duermes.
A la mañana, revive tus rizos con un spray refrescante: mezcla agua con un poco de leave-in en un atomizador, rocía las partes aplastadas y aprieta para reformar. Si algún rizo perdió forma, puedes enrollarlo con el dedo cuando esté mojado de spray para re-definirlo.
Además, incorpora a tu rutina semanal un tratamiento profundo (mascarilla hidratante) para nutrir los rizos a profundidad. Un cabello rizado 3A/3B puede hacerlo cada 1-2 semanas; un 3C casi seguro lo necesita semanalmente. Esto ayuda a combatir la sequedad y mantener la elasticidad.
Evita tocar el cabello constantemente durante el día, entre menos lo manipules, más te durará definido.
❌ TIPO 3: Errores comunes al cuidar el cabello rizado y cómo evitarlos
Lavar demasiado o con productos agresivos: Un error clásico es lavar el pelo rizado a diario con champús fuertes llenos de sulfatos. Esto barre los aceites naturales y deja el rizo reseco y apagado. Evítalo lavando con menos frecuencia (2-3 veces por semana máximo) y usando limpiadores suaves o co-wash, para mantener la hidratación.
No desenredar correctamente: Pasar un cepillo de cerdas finas en seco por cabello rizado es un desastre seguro. El desenredo incorrecto provoca quiebres y puntas abiertas. La regla de oro: desenreda solo en mojado con acondicionador, usando peine amplio o dedos, empieza de puntas a raíz y si topas con un nudo terco, aplícale acondicionador extra y ábrelo con paciencia, nunca tironeando en seco.
Saltarse el acondicionador o tratamiento: A veces por prisa o desconocimiento, hay quienes solo aplican shampoo y nada más. En el cabello rizado, sin acondicionamiento, el rizo queda áspero, seco y con frizz. Siempre usa acondicionador tras el lavado y mínimo una vez al mes, hazte un tratamiento profundo. Piensa que tu melena rizada necesita “beber” hidratación para verse sana.
Aplicar productos con el pelo demasiado seco: Si esperas a que tu cabello se seque mucho para poner la crema o gel, es probable que no se distribuya bien y cause frizz. Lo ideal es aplicar los productos de peinado con el pelo bastante mojado (húmedo casi goteando), así se sellará la humedad dentro del rizo. Otro error es no reaplicar agua si el cabello se secó mientras pones producto. Siempre ten a mano un spray con agua para re-humedecer secciones secas antes de echarle crema. Así todos los rizos quedan bien formados.
Usardemasiados productos con siliconas o no hacer limpiezas profundas: Aunque las siliconas no son “malas», en cabello rizado pueden acumularse (si no usas sulfatos) y dar apariencia opaca o alterar la absorción de hidratantes. Un error es aplicar serum con siliconas diariamente sin jamás hacer un shampoo clarificante: el resultado pueden ser rizos cada vez más flojos y sin vida por la acumulación. Opta por productos libres de siliconas no solubles si sigues el método curly estricto, o realiza un lavado con shampoo clarificante (con sulfato) una vez al mes para “resetear” el cabello de residuos. Esto asegurará que tus rizos absorban bien las mascarillas y cremas.
No proteger el cabello al dormir: Si duermes sobre una almohada de algodón con tus rizos sueltos, amanecerás con los rulos deformados. Es un error común no atar ni proteger el pelo por la noche. La fricción con la almohada rompe la definición y genera enredos. Protégelo mientras duermes: hazte un pineapple alto, usa una funda de seda o satén, o ponte un gorro de satén. Al reducir la fricción, tus rizos despertarán casi intactos, listos con solo refrescarlos ligeramente. Este tip marca un antes y después en la salud de tus rizos.
✅ TIPO 4: Cuidados y técnicas de peinado para cabello afro
La prioridad número uno es hidratación intensa y frecuente, y la número dos es minimizar la manipulación agresiva.
Se recomienda lavar el cabello tipo 4 más espaciadamente (cada 1 o 2 semanas) usando métodos muy suaves: co-wash o shampoos sin sulfatos enriquecidos con aceites nutritivos. Por ejemplo, un shampoo cremoso con aceite de argán, karité o coco limpiará sin resecar en exceso.
Siempre, y he dicho siempre, después del lavado viene un acondicionador profundo (mascarilla). Aplicar una mascarilla ultra nutritiva y dejarla actuar con calor (gorra térmica o de plástico + turbante) ayudará a fortalecer los mechones y evitar roturas. Este paso es fundamental en 4B/4C: no escatimes en tratamientos, tu pelo lo necesita.
El desenredado es todo un arte en este tipo de pelo. Hazlo cuando el cabello esté empapado en acondicionador o mascarilla, dividiéndolo por secciones. Usa los dedos primero para deshacer nudos grandes, luego un peine de dientes muy anchos o cepillo especial de cerdas flexibles. Comienza siempre de puntas a raíz, con mucha paciencia. Si alguna sección está muy enredada, a veces es mejor aplicar más acondicionador o desenredarlo bajo el chorro de agua. La idea es evitar forzar y romper.
Al salir de la ducha, retira el exceso de agua con una toalla de microfibra sin frotar. Aplica inmediatamente un leave-in cremoso sobre el pelo húmedo para añadir hidratación extra (este tipo de cabello casi no tiene límite, suele absorber todo sin verse apelmazado). Luego sigue con una crema definidora nutritiva – por ejemplo, cremas con manteca de karité, aceite de ricino, etc., que ayuden a dar suavidad y definición. Muchas personas usan el método: primero Leave-in, luego aceite y finalmente crema.
El secado al aire es lo más recomendado; si usas secador, que sea con difusor y en nivel bajo, ya que el calor alto deshidrata mucho este pelo.
No olvides proteger tu cabello al dormir, más que ningún otro tipo. Usa un gorro de satén o funda de almohada de seda para reducir drásticamente la rotura y el frizz nocturno. Antes de dormir, muchos reaplican un poco de leave-in o aceite en puntas para mantenerlas humectadas durante la noche.
Por último, en el pelo afro es bueno recortar las puntas dañadas regularmente, ya que estas pueden engancharse con otras hebras y causar más nudos. Un micro-recorte cada 3 meses mantendrá tu melena saludable.
Recuerda: la constancia es clave. Este pelo florece con la rutina adecuada, verás que con dedicación tus rizos estarán más suaves, manejables y podrán lucir todo su esplendor natural.
❌ TIPO 4: Errores comunes al cuidar el cabello y cómo evitarlos
Manipulación brusca o excesiva: Uno de los mayores errores es tratar de peinar el pelo afro como si fuera lacio, por ejemplo, pasar un cepillo de cerdas duras a pelo seco para desenredar. Esto garantiza quiebres masivos. El cabello tipo 4 debe manipularse con cuidado: desenredar solo cuando está húmedo y por secciones. Evita peinarlo varias veces al día; en su lugar, acomódalo con los dedos. También es un error intentar estilos tirantes constantemente, como moños apretados, sin dar descansos, ya que puede causar alopecia por tracción en bordes.
No hidratar lo suficiente ni sellar la humedad: Algunas personas con pelo 4C se frustran porque “nada les funciona” y resulta que aplican apenas un poquito de crema y ya. Este cabello necesita capas de humedad. Sin sellado, toda la hidratación se escapa y el pelo vuelve a estar seco enseguida. Evita esto siguiendo siempre el método primero Leave-in, luego aceite y finalmente crema tras cada lavado. Y entre lavados, humedece tu cabello, no puedes esperar que aguante una semana intacto sin rehidratación. Un spray de agua + leave-in ligero cada dos días mantendrá tus rizos nutridos.
Uso de productos inadecuados (sulfatos fuertes, alcoholes secantes): El cabello afro sufre mucho con ingredientes agresivos. Un error común es usar geles con alto contenido de alcohol (que resecan horrores) o shampoos con sulfato como los de limpieza profunda muy seguido. Esto deja el pelo tipo 4 como paja. Opta por fórmulas específicas para cabello rizado/crespo, libres de alcoholes secantes y con sulfatos suaves o ninguno.
No proteger ni atar el cabello por las noches: Dormir sin protección es especialmente problemático para 4B/4C. El roce nocturno puede causar nudos y quiebres en extremos ya frágiles. Muchas veces la gente dice “mi pelo no crece”, pero es que se rompe a la misma velocidad que crece por malos hábitos. Usa siempre una funda o gorro de satén al dormir, y considera dormir con el cabello dividido en secciones o con trenzas sueltas para que no se enrede. Esto reducirá drásticamente la rotura.
Recuerda que no hay rizos malos o buenos, todos los rizos naturales pueden lucir sanos y hermosos si les das atención.
¡Esperamos que esta guía te haya ayudado a aprender cómo cuidar tu tipo de rizo. Aplica estos tips y verás como tu cabello florece.🌀
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